martes, 30 de abril de 2013


¿Dormir o Soñar?
Dra. Betty P. de Maldonado
Buscando la definición de la palabra sueño en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua (DRAL) encontré que es un sustantivo derivado del latín somnus, que tiene varias acepciones: 1. Acto de dormir. 2.-Acto de representarse en la fantasía de alguien, mientras duerme, sucesos o imágenes. 3. Estas mismas imágenes que se representan. 4. Ganas de dormir. 5. Cierto baile licencioso del siglo XVIII. 6. Cosa que carece de realidad o fundamento, y, en especial, proyecto, deseo, esperanza sin probabilidad de realizarse.
En ese mismo ánimo, buscando las acepciones de soñar encontré:        1.-Representarse en la fantasía imágenes o sucesos mientras se duerme. 2.- Discurrir fantásticamente y dar por cierto y seguro lo que no es. 3.- Temblar a alguien, acordarse de su venganza o castigo: Yo os haré que me soñéis. Me vas a soñar.  4. Anhelar persistentemente algo: Soñar con grandezas. Es un verbo derivado del latín somniare.
El mismo diccionario reporta varias acepciones de la palabra dormir:   1.- Estar en aquel reposo que consiste en la inacción o suspensión de los sentidos y de todo movimiento voluntario. 2.- Pernoctar. 3.- Descuidarse, obrar en un negocio con menos solicitud de la que se requiere…. Y otras acepciones que se alejan del objetivo de este artículo.
Entonces, sueño puede significar el acto de dormir o el acto de soñar. De allí que esta palabra sea objeto de confusión cuando la utilizamos sin aclarar explícitamente a lo que nos estamos refiriendo o al no emplearla en un contexto que aclare su sentido. Dormir en cambio se refiere al acto en el que hay reposo, ausencia de movimientos voluntarios e inconciencia.
En cambio, en inglés, de donde obtenemos la mayor parte de la literatura científica con la que trabajamos, existen dos palabras bien definidas, sleep y dream para referirse a las dos acciones, dormir la primera y soñar la segunda. De allí que Sleep Medicine resulte claro para los parlantes de habla inglesa pero Medicina del Sueño, puede dar lugar a confusión de acuerdo a la interpretación del lector. No ocurre así con Medicina del Dormir, que transmite unívocamente que se trata de la ciencia que trata los trastornos de la acción de dormir.
La dificultad estriba en que en nuestro idioma la palabra dormir es un verbo, que puede ser usado en forma intransitiva, como en voy a dormir o transitiva como voy a dormir la siesta, pero no suena muy bien como sustantivo, como en el caso de El dormir del anciano es frágil en contraposición a El sueño del anciano es frágil, donde sueño encuentra mejor lugar.
Atendiendo a estas consideraciones, en este blog utilizaré la palabra sueño para referirme al acto de dormir y ensueño para “la representación fantástica de quien duerme”, si el contexto no lo aclara suficientemente. Por cierto, que encontré la rara palabra ensoñar, como verbo intransitivo que significa “tener ensueños”. De ella deriva ensoñación, como sustantivo con el significado de “acción y efecto de ensoñar”. Siendo estas últimas palabras del español contemporáneo, bien pudieran ser utilizadas para aclarar mejor la acción a la que nos queremos referir. ¿La utilizarían ustedes?

* La doctora Betty Pardey de Maldonado, autora de esta columna, es médico, de la Universidad Central de Venezuela; neurólogo, la de Universidad “Cayetano Heredia”, del Perú y PhD en neurofisiología, de la Universidad de Berkeley (California), Estados Unidos de Norteamérica. Actualmente se desempeña como directora de la Clínica del Sueño, en la Unidad Quirúrgica Los Sauces, en San Bernardino, Caracas.

Twitter: @PardeyBlogger   -   email: pardeyblogger@gmail.com

lunes, 29 de abril de 2013


Celebridades que murieron
con el Mal de Alzheimer (II)

Seguimos con nuestra serie de las “Celebridades que murieron con Alzheimer”, entre los que se destacan, intelectuales, artistas, políticos, hombres de ciencia, etc.

Charlton Heston
,
su padecimiento lo obligó a renunciar


Dentro de su faceta como político al presidir durante cinco años La Asociación Nacional del Rifle, el célebre actor de películas como “Ben-Hur” y “Los diez mandamientos” tuvo que abandonar dicha organización debido al bajo rendimiento que estaba presentando por culpa del Alzheimer.
Heston, nació como John Charles Carter, en Evanston, Illinois; el 4 de octubre de 1923. Su padre era trabajador en un molino de pan y él era el único hijo. Cuando todavía era niño, sus progenitores se trasladaron a una zona rural de Míchigan, donde Heston pasaba largas horas leyendo y actuando para sí mismo.
Antes de cumplir los 10 años, los padres de Heston se divorciaron quedando el con su madre. Unos años más tarde, ella se casó con un hombre llamado Chester Heston, apellido que más adelante Heston utilizaría como nombre artístico. La nueva familia se fue a Chicago, donde Heston fue al colegio. Participó en las funciones teatrales de la escuela con tan buen resultado, que obtuvo en 1942 una beca para estudiar en la escuela de arte dramático de la Universidad del Noroeste, en Evanston, especializándose en el teatro shakesperiano. Durante su estancia en la universidad tuvo la ocasión de intervenir en una obra teatral filmada por un compañero en 16 mm. Más tarde el mismo grupo filmó una segunda obra, también en 16 mm.
Falleció en Beverly Hills, Estados Unidos, el 5 de abril de 2008


La reina Juliana de Holanda,

también lo padeció

A un día de la coronación del príncipe de Orange, Guillermo Alejandro como nuevo Rey de Holanda, quien sube al Trono de los Países Bajos por la abdicación de la reina Beatriz, recordamos hoy a la Reina Juliana, abuela del nuevo soberano holandés, quien durante la década de los años noventa, fue la emperatriz de los Países Bajos que vivió la progresiva senilidad atribuida al Alzheimer. A pesar de la negación de este trastorno por parte de la Familia Real, la reina dejó de aparecer frente al público. El príncipe Bernardo admitió en una entrevista televisiva que previo a su deceso la soberana ya no reconocía a sus familiares.
El verdadero nombre de la reina Juliana de los Países Bajos, fue Juliana Emma Louise Marie Wilhelmina van Oranje-Nassau, nació en Mecklenburg-Schwerin, el 30 de abril de 1909  y falleció el 20 de marzo de 2004.
Era hija del Príncipe Enrique Vladimiro, Duque de Mecklemburgo-Schwerin, y de la reina Guillermina I de los Países Bajos. Nieta a su vez, por vía paterna del gran duque Federico Francisco II de Mecklemburgo-Schwerin y de la princesa María Carolina de Schwarzburg-Rudolstad. Por vía materna era nieta del rey Guillermo III de los Países Bajos y de la princesa Emma Guillermina de Waldeck-Pyrmont. Fue nombrada princesa de los Países Bajos desde su nacimiento y se le aplicó el tratamiento de Alteza Real.
El 30 de abril de 1927, la princesa Juliana celebró su 18º cumpleaños. Según la constitución, oficialmente había alcanzado la mayoría de edad y estaba preparada para asumir prerrogativas reales si fuese necesario. Dos días después su madre la instaló en el “Raad van State” (Consejo de Estado).1

Sugar Ray Robinson,

el adiós a las viejas glorias


Ni las hazañas que le hicieron merecer títulos como el mejor boxeador libra por libra del siglo XX o el estar dentro del Salón Internacional de la Fama del Boxeo fueron suficientes como para que, Sugar Ray Robinson, pugilista estadounidense recobrara la memoria durante sus últimos años de vida.
Sugar, nació el 3 de mayo de 1921 en Detroit, Michigan, Estados Unidos de Norteamerica. Se inició en el boxeo en la categoría amateur con el nombre de Ray Robinson tras utilizar el certificado de amateur de otro púgil para poder clasificarse en un combate. Saltó a la fama con el nombre de Sugar Ray Robinson cuando un periodista deportivo describió su estilo de pelear como "dulce como el azúcar".
Pronto alcanzó un sin fin de éxitos en la categoría amateur, esto fue antes de ganar el título del peso welter, su primer campeonato profesional, en 1946. En 1951 renunció a dicho título para asumir el del peso medio que había ganado por K.O. en un combate a 13 asaltos frente a Jake LaMotta. Fue en ese mismo año cuando perdió el título frente al boxeador inglés Randolph Turpin. En 1952 un nuevo fracaso se sumó a su carrera, no logró el título del peso semipesado frente a Joey Maxim. Tras encajar esta derrota decidió abandonar el boxeo, pero volvió al ring en 1955.
Aquel mismo año recuperó el título del peso medio al derrotar a Carl 'Bobo' Olson. En 1957 perdió el título frente a Gene Fullmer, y lo recuperó en la revancha. En ese mismo año, lo perdió de nuevo frente a Carmen Basilio, de quien lo reconquistó, por última vez, en 1958. En 1960 lo cedió definitivamente, cuando fue derrotado porPaul Pender.
Es el único boxeador de la historia que ha ganado en cinco ocasiones la corona del peso medio. Ingresa al Salón de la Fama en 1967.
Sugar Ray Robinson falleció en Culver City, California, el 12 de abril de 1989.

¿Cuáles son las etapas del trastorno del Alzheimer?
Comienza lentamente. Primero afecta las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje. Posteriormente se van presentando problemas cognitivos mayores que imposibilitan recordar nombres, eventos y fechas. En la tercera etapa se presenta una marcada afectación en cada una de las facultades intelectuales. Los síntomas cerebrales se agravan e incluso, pueden aparecer crisis epilépticas y temblores en el cuerpo.

Fuentes: Youtube, Buscabiografias. Fotos cortesías de: EcuRed y Blackfilm

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jueves, 25 de abril de 2013



Un trio nada amigable
conspira contra el cerebro

El Alzheimer, Parkinson y la demencia con cuerpos de Lewy, quizás esta última sea el trastorno más severo en los ancianos

El Alzheimer, el Parkinson y la demencia con Cuerpos de Lewy,
 los principales enemigos del cerebro en personas  de la Tercera Edad
Hemos hablado en anteriores oportunidades sobre la presencia del Mal de Alzheimer y el Mal de Parkinson en pacientes de la Tercera Edad, sin embargo es bueno refrescar a los familiares de personas ancianas, para que estén alerta ante algún síntoma en su ser querido, que no es solo un dúo, sino un trio que conspira contra el cerebro de las personas, originando en los últimos años de su vida una demencia. La demencia es la pérdida de funciones mentales lo suficientemente severa para afectar las actividades y las relaciones normales.

La demencia con cuerpos de Lewy
Este tipo de trastornos es una de las causas más comunes de demencia en ancianos. Esta ocurre cuando se acumulan unas estructuras anormales, llamadas cuerpos de Lewy, en ciertas áreas del cerebro. La enfermedad puede causar un panorama amplio de síntomas, que incluyen:

-Cambios en el estado de alerta y de atención
-Alucinaciones
-Problemas con el movimiento y la postura
-Rigidez muscular
-Confusión
-Pérdida de la memoria
-La demencia con cuerpos de Lewy puede ser difícil de diagnosticar, porque la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Alzheimer causan síntomas similares. Los científicos creen que la demencia con cuerpos de Lewy puede estar relacionada con estas enfermedades o que algunas veces ocurren al mismo tiempo.
Esta enfermedad suele comenzar entre los 50 y los 85 años de edad. La enfermedad empeora con el tiempo. No existe una cura. El tratamiento se enfoca en medicamentos que mejoran los síntomas.

La enfermedad de Parkinson
El Mal de Parkinson es un trastorno que afecta las células nerviosas, o neuronas, en una parte del cerebro que controla los movimientos musculares. En esta enfermedad, las neuronas que producen una sustancia química llamada dopamina mueren o no funcionan adecuadamente. Normalmente, la dopamina envía señales que ayudan a coordinar sus movimientos. Nadie conoce el origen del daño de estas células. Los síntomas de la enfermedad de Parkinson pueden incluir:

-Temblor en las manos, los brazos, las piernas, la mandíbula y la cara
-Rigidez en los brazos, las piernas y el tronco
-Lentitud de los movimientos
-Problemas de equilibrio y coordinación
-A medida que los síntomas empeoran, las personas con la enfermedad pueden tener dificultades para caminar o hacer labores simples. -También pueden tener problemas como depresión, trastornos del sueño o dificultades para masticar, tragar o hablar.
La enfermedad de Parkinson suele comenzar alrededor de los 60 años, pero puede aparecer antes. Es mucho más común entre los hombres que entre las mujeres. No existe una cura para la enfermedad de Parkinson. Existen diversas medicinas que a veces ayudan a mejorar enormemente los síntomas.

La enfermedad de Alzheimer (EA)
Esta enfermedad es la forma más común de demencia entre las personas mayores.
Este padecimiento comienza lentamente. Primero afecta las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje. Las personas con EA pueden tener dificultades para recordar cosas que ocurrieron recientemente o los nombres de personas que conocen.
Un problema relacionado, el deterioro cognitivo leve, causa más problemas de memoria que los normales en personas de la misma edad. Muchos, pero no toda la gente con deterioro cognitivo leve, desarrollarán Alzheimer. Con el tiempo, en el Alzheimer, los síntomas empeoran.
Las personas pueden no reconocer a sus familiares o tener dificultades para hablar, leer o escribir. Pueden olvidar cómo cepillarse los dientes o peinarse el cabello. Más adelante, pueden volverse ansiosos o agresivos o deambular lejos de su casa. Finalmente, necesitan cuidados totales. Esto puede ser muy estresante para los familiares que deben encargarse de sus cuidados.
El Mal de Alzheimer suele comenzar después de los 60 años. El riesgo aumenta a medida que la persona envejece. El riesgo es mayor si hay personas en la familia que tuvieron la enfermedad.
Ningún tratamiento puede detener la enfermedad. Sin embargo, algunos fármacos pueden ayudar a impedir por un tiempo limitado que los síntomas empeoren.

En próximas entregas, ampliaremos más sobre estas tres enfermedades.


Fuentes para la elaboración de este artículo: Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares e Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de los Estados Unidos de Norteamérica. 

martes, 23 de abril de 2013



Qué es la Polisomnografía Clínica

Dra. Betty P. de Maldonado
Esta palabra tan complicada significa: “Registro de múltiples señales de sueño”. Se refiere a un estudio de sueño, en el que se registran varias señales fisiológicas del organismo con el objetivo de analizarlas, integrarlas y compararlas, para establecer una impresión diagnóstica sobre la calidad del sueño.
El estudio es indoloro y no invasivo, y dura de seis a diez horas nocturnas. En ese lapso se establece el patrón de sueño, así como los posibles trastornos que pudieran ocurrir en esta función.
El sueño no es un proceso simple. El cerebro origina e influencia sus diferentes etapas. Estas son: somnolencia, sueño ligero, sueño profundo y sueño del soñar. En el argot médico se denominan somnolencia, etapas I y II del sueño superficial, sueño profundo o etapa III y sueño REM, siglas que provienen de “Rapid Eye Movement” en inglés o Movimiento Rápido de los Ojos en español, para denominar al sueño durante el cual soñamos. En el transcurso de la noche, las etapas se suceden unas a otras, repetidamente, estableciendo un patrón más o menos definido. Al asociar las señales provenientes del electroencefalograma, del movimiento de los globos oculares y el tono de los músculos de la mandíbula se puede conocer el nivel de sueño en que se encuentra la persona.
A dicha exploración se agrega el registro del electrocardiograma, las funciones respiratorias - flujo de aire nasal y bucal, expansión torácica y abdominal, saturación de la Hemoglobina por el oxígeno - el ronquido, la posición del cuerpo durante el sueño, y el movimiento de las piernas, y todo este conjunto de señales aportan una visión panorámica del sueño y sus posibles alteraciones. Además, se puede filmar para hacer evidente trastornos de comportamiento durante el sueño.
 Para obtener estas funciones se colocan electrodos en la superficie del cuero cabelludo, por fuera de las cejas, debajo de la hendidura palpebral, la mandíbula, el tórax y las piernas. De allí parten cables especiales que llevan las señales a un pequeño preamplificador colocado muy cerca. Las personas suelen preguntar: ¿Es posible dormir con todos los electrodos y cables del registro? Nuestra respuesta es SI, si es posible. A pesar de que puede parecer incómodo, los sensores y cables son pequeños y livianos, además son colocados de manera de permitir que la persona se pueda voltear con facilidad durante la noche. Si lo requiere, la persona puede levantarse para ir al baño, ya que el preamplificador es portátil.
El registro se realiza sin proporcionar medicación para dormir, ya que se trata de investigar como duerme la persona de manera natural, con la menor cantidad de elementos que alteren sus condiciones habituales. El estudio intenta recrear una noche cotidiana; se recomienda no hacer siesta el día del registro, y cuando ello sea absolutamente necesario, no excederla más de 20 minutos.
Además de esta polisomnografía habitual de tipo diagnóstica, se realizan estudios llamados de “Noche Dividida” o Splight-Night en inglés, y estudios de Actigrafía y Poligrafía. Esto será el tema de un siguiente artículo.


La doctora Betty Pardey de Maldonado, autora de esta columna, es médico, de la Universidad Central de Venezuela; neurólogo, la de Universidad “Cayetano Heredia”, del Perú y PhD en neurofisiología, de la Universidad de Berkeley (California), Estados Unidos de Norteamérica. Actualmente se desempeña como directora de la Clínica del Sueño, en la Unidad Quirúrgica Los Sauces, en San Bernardino, Caracas.

Foto cortesía de Neurologia Pediatrica, España

Twitter: @PardeyBlogger   -   email: pardeyblogger@gmail.com

lunes, 22 de abril de 2013


Celebridades que murieron
con el Mal de Alzheimer (I)


Tal como lo prometimos en nuestro pasado artículo del miércoles 17 de abril, el cual tratamos el Alzheimer y la Tercera Edad, iniciamos hoy una serie de cortos bajo el nombre de “Celebridades que murieron con el Mal Alzheimer”, entre los que se destacan, intelectuales, artistas, políticos, hombres de ciencia, etc.
Se ha hablado que esta enfermedad ataca a las personas que no han desarrollado una actividad intelectual, sin embargo esto es una falacia, ya que entre los personales famosos que vamos a reseñar hay innumerables personalidades que llevaron una vida que rayaba en la erudición.
La desinformación ha sido un factor clave en el desconocimiento de la enfermedad. Los orígenes, factores precipitantes, desarrollo y evolución no están claros para la mayor parte de la población. De este modo, surgen mitos, falacias, errores, etc., que son condicionados a la propiedad de una enfermedad de naturaleza heterogénea, determinada por más de un agente causal y con manifestaciones conductuales psicológicas y emocionales particulares.

Rita Hayworth, quizás la actriz de origen
latino más famosa en Hollywood

 Nacida bajo el nombre de Margarita Carmen Cansino, Rita Hayworth, una de las estrellas cinematográficas más conocidas del mundo, tuvo la enfermedad de Alzheimer, pero fue diagnosticada muchos años después de su comienzo, ya que sus médicos inicialmente creyeron que la pérdida de su memoria y algunas habilidades mentales de la actriz eran consecuencia del exceso de alcohol que la había acompañado durante años. Rita murió en 1981, en casa de su hija Yasmin Khan, quien desde entonces ha formado una fundación benéfica y realiza todos los años la Rita Hayworth Gala para colaborar con la Alzheimer’s Fundation, entidad que intenta obtener una cura de la enfermedad.

Ronald Reagan, padeció la enfermedad
durante su gestión en la Casa Blanca

El presidente estadounidense Reagan, otras de las celebridades de la Meca del Cine, devenido posteriormente en político, que murió sin saber lo que hizo por su país. De acuerdo con el diario británico “The Guardian”, el mandatario que devolvió a Estados Unidos el orgullo de ser una de las naciones más poderosas en el mundo, comenzó a padecer esta enfermedad durante su segunda gestión en la Casa Blanca, -después de haber obtenido en su reelección, una de las victorias más aplastantes en la historia de las elecciones presidenciales de los Estados Unidos,-  así lo reveló su hijo Ron durante la celebración de los 100 años que cumpliría su padre en 2011.


William Hanna, el creador de los “Picapiedra”.

A mas de una década de su muerte, el caricaturista y productor estadounidense William Hanna, creador de dibujos animados como "Los Picapiedra" y "El Oso Yogui", continúa vigente gracias a filmes como "Jonny Quest". Hanna, también conocido como "Bill", creó el dibujo animado que relata la historia de un cuarteto de aventureros que va por todo el mundo. Ahora se planea una versión fílmica con un reparto conformado por el actor Zac Efron, quien dará vida al joven "Jonny Quest", y Dwayne Johnson "The Rock", para interpretar a "Race Bannon".
En sus últimos años de su vida, William Hanna sufrió del mal de Alzheimer. Murió de cáncer el 22 de marzo de 2001 en su casa de Los Ángeles, California, donde vivía con su esposa Violet Blanch.
Con su fallecimiento, Hanna-Barbera estuvo absorto en Warner Bros Animation, y Cartoon Network Studios asumió la producción de las series del canal Cartoon Network.
El nombre Hanna-Barbera es utilizado hoy en día para promocionar series clásicas, como "Los Picapiedra" y "Scooby-Doo".

¿Existe algún tratamiento para revertir el trastorno?
Ningún procedimiento puede detener la enfermedad. Sin embargo, algunos fármacos pueden ayudar a impedir por un tiempo limitado que los síntomas empeoren. Es importante estar bajo supervisión médica desde el momento en que se diagnostica la enfermedad.

Fuentes:  Youtube y Notimex. Fotos cortesía de BBC News, Biografias y Vida,
 y Desktop Wallpaper.

viernes, 19 de abril de 2013


El costo de las demencias
se duplicara en el 2040
por el número de afectados

Aun cuando estas enfermedades se presentan en distintas edades, lo más común es que se asocie con el inexorable envejecimiento, particularmente después de los 75 años. Sin embargo hay que enfatizar que vejez no es sinónimo de demencia.

El coste que acarrearán las demencias como consecuencia de su impacto socioeconómico será cada vez mayor. Así lo revela un estudio publicado en la revista “The New England Journal of Medicine”, que indica que en EE.UU. este tipo de enfermedades supusieron en 2010 un coste de entre 157 y 215.000 millones de dólares, muy similar al de las enfermedades coronarias e incluso superior al del cáncer.
Lejos de mejorar estas cifras, y dado que se espera que ese incremente el número de afectados por deterioro cognitivo, por el aumento de la esperanza de vida.
El cálculo del coste de la demencia es 'todo un desafío. Primero, porque la demencia coexiste con otras enfermedades propias de la edad, y segundo porque en muchos casos son los familiares quienes se hacen cargo del cuidado del paciente'
Ante tal expectativa, y con el “objetivo de que los gobiernos tomen medidas”, los autores de esta investigación intentan facilitar datos lo más exactos, sostienen los economistas que evalúan esta problemática, según la antes mencionada publicación.
Otro trabajo publicado por La Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de la Comunidad de Madrid, revela que la demencia tiene un “precio indirecto” referido, por ejemplo, a las personas que se ven obligadas a abandonar el mercado laboral para dedicarse al cuidado de un familiar con Alzheimer'.
A diferencia de estudios anteriores, aseguran los investigadores, este trabajo excluye precisamente los gastos indirectos que se puedan derivar de la demencia se asemeja al coste sanitario directo de las enfermedades coronarias (102.000 millones de dólares) pero que sigue superando al del cáncer (77.000 millones de dólares). Lo cierto es que, después de analizar varios estudios sobre la salud en estadounidenses mayores de 51 años, “observamos que a partir de los 71, el 14,7% desarrollaba demencia y entre el 75% y el 84% de los gastos que conllevaba este trastorno no eran sanitarios directos, sino que se debían al ingreso en residencias y a los cuidados (formales o informales) en el hogar”
Es decir, “el enfermo de Alzheimer no es especialmente costoso. Lo caro no es la enfermedad sino la dependencia y esto es lo que habría que intentar retrasar”.

Por qué la dependencia familiar del enfermo?
En el caso del Alzheimer, cuando las regiones del cerebro que sirven para percibir, pensar y actuar (áreas de asociación) se dañan y dejan de funcionar normalmente, por la causa que sea, entonces aparecen los síntomas de la demencia. Se afecta el lenguaje, la movilidad voluntaria, la capacidad para reconocer e identificar objetos y personas.
Llega el momento en que no puede organizarse el pensamiento para realizar cualquier cosa, en particular algo que implique cierto nivel de abstracción. La memoria, en las distintas variedades de demencia, tiende a diluirse – a veces de forma gradual, otras no tanto - hasta que la persona enferma termina siendo incapaz de recordar nada acerca de sí misma, ni de la gente a su alrededor.
El desconocimiento involuntario por parte del paciente de sus familiares y amistades marca el punto de inflexión de mayor sufrimiento emocional.
Es casi imposible pensar que una persona “normal” pueda resignarse fácilmente a quedar reducida a un ente ajeno e indiferenciado frente a la mirada perdida de su enfermo. No importa cuánta información médica esté disponible, el trauma psicológico es inevitable y devastador para quienes se perciben como testigos impotentes.
Las causas más comunes de la demencia tienen que ver con la afectación neurológica de las estructuras cerebrales y de los vasos sanguíneos. En ocasiones, este daño es progresivo e irreversible, otras veces puede detenerse y revertirse.
Aun cuando la demencia se presenta en distintas edades, lo más común es que se asocie con el inexorable envejecimiento, particularmente después de los 75 años. Sin embargo hay que enfatizar que vejez no es sinónimo de demencia.
Debido a que la pérdida cognitiva va dificultando hasta las actividades más simples, los pacientes tienden a aislarse sintiéndose desorientados.
Hay quienes no se dan cuenta de lo que les está ocurriendo y llegan a tener alucinaciones, delirios persecutorios y conductas extrañas.
Frente a este panorama resulta inquietante saber que el financiamiento destinado por la poderosa industria farmacéutica mundial al desarrollo de nuevos medicamentos está en picada a pesar de los promisorios avances en genética. Durante los tres años previos casi se han suspendido inversiones para nuevos tratamientos en depresión, trastorno bipolar, esquizofrenia y otras enfermedades psiquiátricas, incluyendo demencia.

Fuentes para la elaboración de este artículo: “The New England Journal of Medicine”,
Diario “El Economista, México y Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de la Comunidad de Madrid, España

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miércoles, 17 de abril de 2013


El Alzheimer, la demencia más común
entre las personas de la Tercera Edad

Conozca los síntomas más importantes que afectan a una persona en el inicio de la enfermedad

Alois Alzheimer, descubridor de la
enfermedad que lleva su nombre
Antes de señalar que es la enfermedad, los síntomas más importantes de esta enfermedad, nos formulamos dos preguntas que son de mucha importancia para conocer más acerca de este mal que es la forma de demencia más común entre las personas mayores.  
El Alzheimer, para definirlo en una forma muy sencilla, es un trastorno cerebral que afecta gravemente la capacidad de una persona de llevar a cabo sus actividades cotidianas.

Que parte del cerebro afecta primeramente?
Las partes del cerebro que primeramente afecta son las  que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje. Las personas con este trastorno pueden tener dificultades para recordar cosas que ocurrieron recientemente o los nombres de personas que conocen. Con el tiempo los síntomas empeoran. Las personas pueden no reconocer a sus familiares o tener dificultades para hablar, leer o escribir. Pueden olvidar cómo cepillarse los dientes o peinarse el cabello.

Pero, la primera pregunta que se hacen las personas es, a qué edad puede presentarse esta enfermedad?
La enfermedad suele comenzar después de los 60 años. El riesgo aumenta a medida que la persona envejece. Es mayor si hay personas en la familia que tuvieron este padecimiento.
Al envejecer la mayoría de las personas generalmente, tienen problemas para recordar ciertas cosas, sin embargo la pérdida de memoria severa, la confusión y otros cambios en la función de la mente, la pérdida de memoria que dificulta el desenvolvimiento de la vida cotidiana, no son una forma normal del envejecimiento.
Si usted ve que un familiar pérdida de memoria que no sea la clásica de la Tercera Edad, es recomendable hablar con un médico especialista, preferible ir directamente a un neurólogo. Es importante determinar con tiempo si está ante un caso de Alzheimer u otra modalidad de demencia.

Los síntomas más importantes, los cuales un miembro de la familia puede darse cuenta, si un pariente suyo o un ser querido podría estar ante un caso de Alzheimer son:

1.-Olvidar información recién aprendida, es una de las señales más tempranas de este tipo de demencia.
2.-Dificultad para desempeñar tareas habituales. A una persona con demencia se le hace imposible completar tareas de rutina como son preparar una comida, hacer una llamada o establecer un juego. Que es normal: entrar a una habitación y no saber qué iba a hacer o algo que iba a decir.
3.-Problemas del lenguaje. Una persona con Alzheimer, olvida palabras simples o las sustituye por palabras desconocidas o inapropiadas al hablar o escribir haciendo imposible su comprensión. Es posible que  no encuentre su cepillo de diente. Que es normal: a veces encontrar la palabra correcta cuando este escribiendo o tiene una conversación.
4.- Desorientación de tiempo y lugar. Una persona con este tipo de demencia puede perderse en la calle donde vive, no saber cómo llego allí y como volver a casa. Que es  normal: olvidarse en qué semana vive o a donde iba ese día.
5.-Falta del buen juicio. Las personas con Alzheimer pueden vestirse en forma inapropiada por ejemplo ponerse un abrigo en pleno verano o poca ropa cuando hace frio. Es posible que no tome buenas decisiones al regalar el dinero a personas extrañas a su familia. Que es normal: tomar una mal decisión de vez en cuando.
6.-Dificutad de realizar tareas mentales. Puede confundirse fácilmente al pensar en cosas abstractas. Es posible que se olvide del significado de los números, como se escriben y cuando usarlos. Que es normal: tener dificultad en balancear la chequera.
7.-Colocacion de objetos fuera de lugar. Una persona que padece de Alzheimer puede guardar cosas en lugares poco comunes. Como por ejemplo la plancha en el refrigerador, el reloj en la azucarera. Que es normal:  perder las llaves o la billetera temporalmente.
8.-Cambios de humor o comportamiento. Presenta cambios repentinos de felicidad a enojo sin razón aparente. Que es normal: sentirse triste o de mal humos de vez en cuando.
9.-Cambio en la personalidad. Las personas con este tipo de demencias pueden presentar cambios en la personalidad, pueden estar confundidas, temerosas, desconfiadas o depender mucho de un miembro de la familia. Que es normal: con la edad todos presentamos cambios en la personalidad.
10.-Perdida de iniciativa. Las personas con esta enfermedad pueden presentarse muy pasivas, pasar horas frente al televisor, dormir más de lo normal o negarse a hacer sus actividades cotidianas. Que es lo normal: cansarse de vez en cuando de las actividades normales, de las sociales o de los negocios.

Lamentablemente cuando la enfermedad avanza, muchas personas que fueron luminarias, grandes literatos, políticos científicos, humanistas, no saben quiénes son, qué hicieron en el pasado, ni reconocen a sus seres queridos. Sus familiares viven a la espera de alguna cura que los haga recobrar la memoria.

En este Blogger, tengo previsto para los próximos artículos, una sección denominada. Celebridades y Alzheimer”, para dar a conocer a las personalidades que a través de los años, desde el descubrimiento de esta enfermedad en 1906 por el alemán Alois Alzheimer, sufrieron y murieron a causa de este mal. El citado material, forma parte de un libro que estoy escribiendo con el mismo título para su publicación.
Descubra que celebridades fueron diagnosticadas con la Enfermedad de Alzheimer

Quien era Alois Alzheimer
Como ya señalamos anteriormente, fue un médico alemán que describió una enfermedad que producía pérdida de memoria, desorientación, alucinaciones y finalmente muerte. La enfermedad fue diagnosticada por primera vez en una mujer de 51 años, llamada Augusta D. La paciente falleció por una infección debida a las heridas que le habían aparecido por estar inmóvil durante mucho tiempo en la cama y por una infección pulmonar.
El cerebro de la mujer fue estudiado por Alzheimer, que encontró un número disminuido de neuronas en el córtex cerebral, junto con cúmulos de proteínas, unos ovillos o filamentos neurofibrilares en el citoplasma de las neuronas. Estos últimos fueron descritos por primera vez en la historia por este autor.
Se decidió llamar a la nueva patología "Enfermedad de Alzheimer" en honor a su descubridor y el término fue utilizado por primera vez por el psiquiatra alemán Emir Kraepelin en la octava edición del Manual de Psiquiatria en 1910. Lo que en aquel momento se pensaba que era una enfermedad rara se demostró posteriormente que era la causa más frecuente de demencia.

Fotografía cortesía de Portales Médicos

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martes, 16 de abril de 2013





Dra. Betty Pardey de Maldonado


Recomendaciones para dormir mejor

Las siguientes sugerencias, conocidas como Higiene del Sueño, pueden ayudarle a crear unos hábitos conducentes a un sueño reparador.

Siestas
Limite las siestas a 20 minutos como máximo, y en las primeras horas de la tarde, no después. Se ha encontrado que 15 minutos son suficientes para reactivar los sistemas de vigilia y hacen el mismo efecto que 25 o 30 minutos. Si se duerme más tiempo que eso, se ingresa a etapas profundas del sueño desde donde se hace más difícil despertar, requiriéndose dormir todo el ciclo de sueño (unos 80 a 100 minutos) para despertarse de buen talante.

Ejercicio
Haga ejercicio aeróbico durante 30 minutos, diariamente, preferiblemente en las mañanas. Evite el ejercicio intenso después de las 6 de la tarde, si usted sufre de insomnio. El ejercicio entre otras cosas, aumenta el flujo sanguíneo cerebral, estimula la generación de nuevas neuronas a partir de las células madres del hipocampo y activa las endorfinas cerebrales proporcionando una sensación de bienestar.

Cenas
1.-Evite las cenas copiosas y pesadas. Una cena ligera 3 horas antes de acostarse es lo recomendable. Si tiene problemas de regurgitación de la comida, haga especial énfasis en evitar las comidas pesadas y con picante y duerma con la cabeza ligeramente levantada.
2.-Un vaso de leche y miel antes de acostarse puede ayudarle a conciliar el sueño, pues ambos son alimentos ricos en triptófano, aminoácido precursor de la serotonina cerebral, neurotransmisor indispensable para iniciar el sueño.

Dormitorio
Mantenga el cuarto bien ventilado y con una temperatura confortable. Use algodones en los oídos si el ruido ambiental lo perturba y cúbrase los ojos si le molesta la luz. El colchón no debe ser muy duro ni demasiado blando y la almohada debe ser moldeable y cómoda. Si duerme de lado, el eje de la cabeza debe quedar horizontal al colchón, ni caída ni levantada.

Ritual al acostarse
1.-Evite ver televisión desde la cama a la hora de acostarse. Los campos electromagnéticos de la televisión ejercen un efecto estimulante que atenta contra el inicio del sueño.
2.-No trabaje en la cama. Una lectura placentera y liviana al acostarse puede ser adecuada para sosegar la mente.
3.-Un ambiente de música lenta, con ruidos suaves de la naturaleza puede ayudarle a conciliar el sueño.
4.-Aumente su temperatura antes de acostarse
5.-Tome un baño tibio, preferiblemente de inmersión con esencias aromáticas, antes de acostarse.

Tiempo en cama
Limite su tiempo en la cama al promedio de número de horas que usted duerme. Si no puede iniciar el sueño, levántese y haga ejercicios de estiramiento de la columna, haga una rutina de relajación guiada por CD, o haga meditación. Regrese a la cama cuando tenga sueño.

Horario regular para acostarse y levantarse
1.-Acuéstese y levántese regularmente a la misma hora, incluyendo los fines de semana. Este ritmo regular creará asociaciones
2.-Evite exponerse a la luz intensa si se levanta de noche, como la de la laptop o tableta.
3.-Tome sol por 30 minutos al levantarse en la mañana.

Café, Tabaco y Alcohol
1.-No fume después de las 7 de la noche. Mejor si deja de fumar completamente. El cigarrillo aumenta el riesgo de cáncer de pulmón, enfermedades cardio y cerebro-vasculares y de demencia.
2.-Si se despierta durante la noche, no fume para regresar a la cama.
3.-Limite el café a dos o tres tazas, y siempre durante las mañanas. Si sufre de insomnio, tome preferiblemente café descafeinado.
4.-Limite el uso de bebidas alcohólicas, especialmente en horas de la noche. El alcohol, aunque ayuda a iniciar el sueño, fragmenta el sueño y provoca despertar precoz.

Maneje su estrés
1.-Evite la sobre-estimulación de los sentidos, especialmente durante la noche.
2.-Aprenda técnicas de yoga, relajación, meditación o similares y practique estas disciplinas regularmente.
3.-No trate de resolver sus problemas mentalmente al acostarse, ocúpese de ellos durante el día.
4.-No se esfuerce en conciliar el sueño, genere y concentre su mente en un ritmo respiratorio lento abdominal y déjese invadir por el bienestar que ello le produce; sin percatarse se quedará dormido.

La doctora Betty Pardey de Maldonado, autora de esta columna, es médico, de la Universidad Central de Venezuela; neurólogo, la de Universidad “Cayetano Heredia”, del Perú y PhD en neurofisiología, de la Universidad de Berkeley (California), Estados Unidos de Norteamérica. Actualmente se desempeña como directora de la Clínica del Sueño, en la Unidad Quirúrgica Los Sauces, en San Bernardino, Caracas.

Twitter: @PardeyBlogger   -   email: pardeyblogger@gmail.com


viernes, 12 de abril de 2013


El Parkinson, uno de los
grandes  misterios
que oculta la mente


Ayer se conmemoró el Día Mundial del Mal de Parkinson, que se instituyó en el año 1997, por iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), coincidiendo con el nacimiento de James Parkinson, neurólogo británico que en 1817 descubrió lo que en aquel tiempo llamó parálisis agitante.
El Mal de Parkinson es una enfermedad de carácter degenerativo que afecta a muchas personas a partir de los 50 años. En los Estados Unidos, según la Fundación de Parkinson mundialmente hay poco más de 10 millones de personas diagnosticadas.

Ese temblor que no cesa
El Mal de Parkinson, que afecta a 2 de cada 1.000 personas (en la quinta década de la vida), es de origen crónico, desencadena una serie de síntomas que van desde la agitación (temblores) a la dificultad en el caminar y demás movimientos, hasta la coordinación incluso del habla.
Luego, en los 80 fue detectada la causa subyacente de la enfermedad: la pérdida de células dopaminérgicas, principalmente a nivel de la sustancia negra. Se presenta por la destrucción gradual de las células nerviosas de la parte del cerebro que controla el movimiento muscular y es un daño que empeora con el tiempo. Se desconoce la razón exacta por la cual las células del cerebro se desgastan. Este trastorno puede afectar a uno o ambos lados del cuerpo, con grados variables de pérdida de la función.
 Las células nerviosas utilizan un químico cerebral, llamado dopamina, para ayudar a enviar las señales de un lado a otro. El daño en el área del cerebro que controla el movimiento muscular ocasiona una disminución en la producción de dicho químico.
La insuficiencia de dopamina altera el equilibrio entre las sustancias que envían las señales nerviosas (transmisores) y, en ausencia de ésta, las células nerviosas no pueden enviar mensajes en una forma adecuada, ocasionando la pérdida de la función muscular.
Algunas personas con mal de Parkinson pueden presentar una depresión severa, lo cual puede deberse a la pérdida de dopamina en ciertas áreas del cerebro relacionadas con el placer y el estado de ánimo. La falta de dopamina también puede afectar la motivación y la capacidad de realizar movimientos voluntarios.
Lo que se sabe es que para ayudar a controlar el movimiento muscular, las neuronas utilizan un químico cerebral, llamado dopamina. El mal de Parkinson ocurre cuando las neuronas del cerebro que producen la dopamina se van destruyendo lentamente.
Y las neuronas en esa parte del cerebro no pueden enviar mensajes apropiadamente, llevando a la pérdida de la función muscular. El Parkinson se extiende por todo el mundo y afecta tanto a hombres como mujeres, siendo muy frecuente que aparezca a partir de los 60 años. Sin embargo, existe otra versión precoz que se manifiesta en edades inferiores a los 40 años.

Expectativa de vida
La esperanza de vida del paciente afectado por la enfermedad del Parkinson es igual al del resto de la población, si recibe tratamiento apropiado, sin embargo, la calidad de vida disminuye progresivamente a medida que la enfermedad avanza. La calidad de vida, también dependerá de la manera en que se haya tratado al paciente, tratamientos agresivos con altas dosis de l-dopa llevarán a complicaciones en un corto plazo, complicaciones, la mayoría de veces, imposibles de controlar con fármacos llevando al paciente precozmente a la cirugía del párkinson. Tratamientos conservadores en fases iniciales con agonistas dopaminérgicos o inhibidores de la COMT retardarán la aparición de estas complicaciones, aunque se piensa que de un 20% a un 30% de los pacientes, serán candidatos quirúrgicos.

 Tratamientos posibles
Hoy en día no existe un tratamiento que “cure” el Mal de Parkinson. Aun así, los avances científicos han desarrollado fármacos que ayudan a mejorar y controlar los síntomas de tal enfermedad. Sería fácil suponer que entre los tratamientos farmacológicos figura el suministro de dopamina. El suministro de este neurotransmisor no resulta eficaz, debido a que la dopamina no puede pasar del torrente sanguíneo al cerebro.
Pero el tratamiento farmacológico no es el único. También se abordan intervenciones quirúrgicas para pacientes que ya no responden con el tratamiento de pastillas; así como tratamientos rehabilitadores donde los pacientes hacen ejercicios motores que ayudan a mantener el equilibrio global.
Investigaciones en la Universidad de Roehampton en Londres demostraron que bailar tango y hacer ballet ayudan a mejorar el equilibrio y la coordinación en los pacientes. En Mexico, la Universidad de Yucatán demostró recientemente que beber dos tazas de café al día mejora el movimiento en los enfermos de Parkinson.

Las células madres, en la Terapia Celular Suiza
Vamos a recordar nuevamente que las neuronas utilizan un químico cerebral, llamado dopamina, para ayudar a controlar el movimiento muscular. El mal de Parkinson ocurre cuando las neuronas del cerebro que producen la dopamina se destruyen lentamente. Sin la dopamina, las neuronas en esa parte del cerebro no pueden enviar mensajes apropiadamente, llevando a la pérdida de la función muscular. El daño empeora con el tiempo.
Como tratamiento para el Mal de Parkinson, se está recomendando el tratamiento con células madres, mediante Terapia Celular Suiza. Este tratamiento en sus diferentes presentaciones, se basa en la inserción en su organismo de células jóvenes y sanas, las cuales se dirigen hacia las células que han perdido su funcionalidad, regenerándolas e imprimiéndoles vigor, lo que le permite una notable mejoría en los órganos afectados.
Los especialistas advierten que este tratamiento no esta enfocado en curar el Mal de Parkinson, pero le ayudará como tratamiento paliativo a aliviar los sintomas de la enfermedad, actuando directamente sobre el sisteman nervioso central, ayudando al transporte de oxigeno al cerebro. Este tratamiento no es un sustituto para su tratamiento actual, pero puede ser combinado con el mismo para obtener mejores resultados
Cabe destacar que es un tratamiento completamente natural y no es rechazado por el organismo bajo ninguna circunstancia luego de su ingestión, por el contrario, es asimilado absorbiéndose por acción entérica para dirigirse directamente a la causa específica de la afección.

Diez formas de detectar el Mal de Parkinson
Temblores de manos y piernas. Disminución de la letra al escribir. Pérdida progresiva del olfato. Problemas y trastornos con el sueño. Dificultad al caminar o moverse con seguridad. Estreñimiento. Cambio en el volumen de su voz (voz baja). Rigidez en la expresión facial (aspecto de máscara). Mareos o desmayos continuos. Encorvamiento de la espalda.



Fuentes para la elaboración de este artículo: Centro de Especialidades Medico-Quirurgicas, (Barcelona-España),  Diario TalCual, (Venezuela);  Listin Diario, (R. Dominicana);

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