martes, 14 de mayo de 2013



Sosegar la mente:
requisito para un buen sueño

Dra. Betty Pardey de Maldonado
En el siglo pasado los científicos estudiosos del sueño se preguntaron: ¿Es el sueño un estado pasivo, resultante del cese de actividad de los sistemas de vigilia… o es un estado activamente generado por circuitos cerebrales?
Las investigaciones dieron la respuesta: Es un estado activamente generado por circuitos cerebrales. Sin embargo, para que ocurra se requiere el descenso de actividad de los sistemas que mantienen la vigilia. De allí que para dormir se necesita minimizar la información sensorial, lo cual se logra adoptando una posición de reposo que acalla los impulsos desde los músculos y las articulaciones; se cierran los ojos para suprimir la información visual, se interrumpe la atención hacia los estímulos externos y se disminuye la actividad mental.
Este último aspecto es de vital importancia. A la incapacidad de suprimir pensamientos obsesivos y angustiantes se atribuye la persistencia del insomnio y es eso lo que he encontrado presente en la mayoría de los casos de insomnio recurrente o rebelde al tratamiento. Esta incompetencia puede surgir de una situación de estrés, pero también puede ser la manifestación de un temperamento nervioso y ansioso. Se ha encontrado al temperamento ansioso como un importante factor de riesgo para el insomnio.
En este punto es útil resaltar que los sistemas que sostienen la vigilia son mucho más numerosos que los sistemas que provocan y mantienen el sueño. Es así que mientras existen al menos 7 sistemas en el tallo cerebral y la parte medial del cerebro que actúan en forma asociada y redundante para activar al cerebro y mantenerlo alerta, hay un menor número de circuitos nerviosos responsables de iniciar y mantener el sueño. Esto podría explicar la mayor fragilidad del sueño en relación a la vigilia.
La rumia de pensamientos ansiosos y las emociones negativas resultantes, a la hora de dormir, conducen a la sobre-estimulación de los sistemas de vigilia y de aquella parte del sistema nervioso especializado en adaptar las funciones inconscientes del organismo a la actividad – el denominado Sistema Nervioso Autónomo Simpático. La activación mente-cerebro-cuerpo resultante se interpone entonces en la consecución de un estado de relajamiento conducente a un buen sueño.
El tratamiento exitoso de este tipo de insomnio debe enfocarse en corregir esta alteración. A este tema dedicaré la atención de los siguientes artículos.

* La doctora Betty Pardey de Maldonado, autora de esta columna, es médico, de la Universidad Central de Venezuela; neurólogo, la de Universidad “Cayetano Heredia”, del Perú y PhD en neurofisiología, de la Universidad de Berkeley (California), Estados Unidos de Norteamérica. Actualmente se desempeña como directora de la Clínica del Sueño, en la Unidad Quirúrgica Los Sauces, en San Bernardino, Caracas.

Twitter: @PardeyBlogger   -   email: pardeyblogger@gmail.com

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