martes, 6 de agosto de 2013



TEMAS DE SALUD

Para leer temas relacionados con Neurología, Psiquiatría, Neurocirugía  y Psicología, Cardiologia, Endocrinologia, Oncologia y Urologia
favor dirigirse al Blogger:
“Mas sobre Salud con Jairo Pardey Arrieta”
donde se leeran los artículos y entrevistas
 antes publicadas en este sitio



viernes, 2 de agosto de 2013

Nos integramos a un solo blogger

Nos mudamos al blogger "Salud, Ciencia y Sociedad con Jairo Pardey Arrieta"

La trascendencia y el éxito de una publicación dependen del binomio escritor y público lector. Aunque no haya un acuerdo explícito para lograr esos objetivos, los índices de lectoría de un blogger o una página web, en nuestro caso,  que es certificada por el buscador Google, nos indican que vamos por buen camino.
Como editor responsable de los blogger’s “…Entre la Ciencia y la Política”, “Salud y Vida con…” y “Cuidemos nuestro cerebro”, he recibido sugerencias, recomendaciones, observaciones de nuestros apreciados lectores para que el material que escribimos en las tres publicaciones, los cuales tratan, aunque en distintas especialidades  temas de salud, ciencia, tecnología y otras disciplinas sociales, lo integremos en un solo blogger, con el fin de hacer mas fácil y precisa la búsqueda de sus contenidos en un solo sitio.
Los temas publicados en los blogger’s “Salud y vida” y “Cuidemos nuestro cerebro” serán mudados progresivamente al blogger “…Entre la Ciencia y la Política”, ahora con el nuevo nombre de “Salud, Ciencia & Sociedad, con…”, con el objeto de tenerlos agrupados aquí.
En el blogger “Salud, Ciencia y Sociedad con Jairo Pardey Arrieta”, daremos prioridad en materia de salud a las especialidades de neurología, psiquiatría, psicología, cardiología, endocrinología, oncología, gastroenterología y urología. Seguiremos tratando los temas ciencia, tecnología e innovación, economía, política internacional y cultural.
Aprovechamos la ocasión para dar  las gracias a nuestros consecuentes lectores y hacer un reconocimiento especial a nuestros colaboradores, los doctores Leancy Clemente, ingeniero nuclear; Betty Pardey de Maldonado, medico neurólogo; Boris Ackerman, ingeniero magister en administración financiera; Héctor Aguilera e Ignacio Taboada, médicos psiquiatras; y a los licenciados en comunicación social especializados en periodismo científico Luis M. García y Blanca García Bocaranda, por el aporte de sus escritos, los cuales esperamos seguir recibiendo.
Igualmente informamos a los lectores registrados en nuestro correo electrónico que semanalmente a partir del 10 de agosto del año en curso, seguiremos enviando todos los sábados el índice de las especialidades y temas publicados durante la semana que culmina.

                                               Una vez más gracias a nuestros apreciados lectores y colaboradores por la atención prestada.

                                                                          Jairo Pardey Arrieta

        http://jairopardeyarrieta.blogspot.com/


sábado, 27 de julio de 2013


Calmar la mente y el cuerpo:
ese es el secreto

Dra. Betty P.de Maldonado
El inicio del dormir requiere de un estado de relajación corporal y tranquilidad mental que propicia la desactivación de los circuitos cerebrales que mantienen la vigilia y permiten el predominio de aquellos que inician y mantienen el sueño.
Muchas personas finalizan el día acelerados, con gran tensión muscular, acumulada especialmente en la mandíbula, en el cuello y los hombros. Esa información propioceptiva -que emerge de los músculos y tendones- usualmente dolorosa, interfiere con el estado de relajación que se requiere para lograr un buen sueño.  Para relajar esa musculatura es útil darse un baño refrescante y hacer ejercicios suaves de estiramiento muscular. Si el trastorno es severo y se mantiene una tensión constante –día y noche – en esta área del cuerpo, es recomendable acudir a un especialista en Fisiatría o solicitar el tratamiento de un Fisioterapeuta. Si no existe impedimento físico, el hacer ejercicios para mantener en buena forma estos músculos del cuello y hombros (trapecio, deltoides, pectorales, bíceps y tríceps) y darse masajes relajantes de manera periódica ayuda  a corregir este problema.
Por otra parte, muchos insomnes sufren de pensamientos diurnos que interfieren con el estado de tranquilidad requerido para iniciar el sueño. Muy comunes son los pensamientos anticipatorios o ansiosos sobre la incapacidad para dormir. Así, la persona masculla incesantemente pensamientos angustiantes sobre su dificultad para dormir y el temor a pasar una noche más en vela. Una recomendación es sustituir esos pensamientos ansiosos por imágenes en los que se visualice a sí mismo durmiendo plácidamente en su cama: No luchar contra el pensamiento ansioso, simplemente sustituirlo por una imagen positiva adecuada. Poco a poco, de manera imperceptible, la capacidad de evocar esa imagen se va haciendo más fácil y la sustitución del pensamiento negativo se realizará con mayor facilidad.
En las horas de la noche, previas al sueño, se debe bajar la actividad mental. Tomarse una infusión sedante que contenga valeriana y pasiflora, oír música instrumental de compases lentos y/o escuchar una rutina de relajación guiada (en las tiendas especializadas se consiguen muy buenos CDs) y hacer meditación, ayuda en este sentido.
Si al acostarse, acuden a la mente preocupaciones de diversa índole, es recomendable tener una libreta de notas al lado de la cama, escribir allí el motivo de la preocupación, con la resolución de ocuparse de ello al día siguiente al encontrarse despierto. Enfocar la mente en la respiración ayuda a alejar los pensamientos preocupantes, y evocar imágenes plácidas –un mar sereno, un paisaje hermoso, verse caminando descalzo en una playa – permite la instalación de un estado serenidad que induce a dormir.
Si la práctica de estas recomendaciones no es suficiente para promover la rápida iniciación del sueño, la ayuda psicológica de un especialista en Terapia Cognitiva Conductual se ha reportado muy beneficiosa y de gran ayuda para controlar los pensamientos ansiosos, controlar los estímulos ligados al insomnio y reestructurar los pensamientos negativos que mantienen la afección.

* La doctora Betty Pardey de Maldonado, nuestra columnista invitada, autora de este articulo, es médico, de la Universidad Central de Venezuela; neurólogo, la de Universidad “Cayetano Heredia”, del Perú y PhD en neurofisiología, de la Universidad de Berkeley (California), Estados Unidos de Norteamérica. Actualmente se desempeña como directora de la Clínica del Sueño, en la Unidad Quirúrgica Los Sauces, en San Bernardino, Caracas.


Diagnóstico y tratamiento a pacientes
con demencia de Cuerpos de Lewy
podrán ser ahora más preciso

Un científico investigando un marcador biológico

Científicos de la Universidad Autónoma de Barcelona, España y del Instituto de Investigaciones de Ciencias de la Salud “German Trias i Pujol” IGTP, han logrado identificar un biomarcador genético que se encuentra en el 20% de los casos de demencia con cuerpos de Lewy (DCL), la segunda causa de demencia más importante por detrás del Alzheimer.
Un biomarcador, denominado también llamado marcador biológico, es una sustancia que ayuda a medir un proceso biológico normal, una enfermedad o la respuesta a un tratamiento.
La demencia con cuerpos de Lewy es una enfermedad o síndrome degenerativo y progresivo del cerebro. Comparte algunos síntomas con otras varias enfermedades y a veces se superpone con éstas,  sobre todo con dos enfermedades comunes entre los ancianos: el Alzheimer y el Parkinson.
Los pacientes con DCL presentan síntomas conductuales y de la memoria propios de la demencia, semejantes a los de la enfermedad de Alzheimer y, en mayor o menor grado, los síntomas del sistema motor que se observan en el mal de Parkinson. Sin embargo, los síntomas mentales del paciente con DCL pueden fluctuar con frecuencia, los síntomas motores son más benignos que en la enfermedad de Parkinson. Los pacientes con DCL suelen tener alucinaciones visuales muy vívidas.

La investigación en si
El marcador, permitirá mejorar la precisión del diagnóstico y asegurar la aplicación del tratamiento adecuado, han indicado ambas instituciones en un comunicado, ya que la DCL plantea síntomas "muy similares" a los del Alzheimer, como lo señalamos anteriormente.
Las similitudes hacen que una parte de los pacientes con DCL sean diagnosticados erróneamente y tratado con los fármacos habituales para el Alzheimer, lo que les provoca reacciones adversas en casi la mitad de ellos y que, en algunos casos, "agrava mucho" la enfermedad.
Voceros de ambas instituciones revelaron que confían, en poder mejorar así el diagnóstico de la DCL, para lo que no existe un método específico, ya que el grado de exactitud que aportan las actuales pruebas médicas "no es demasiado alto".
"Aunque este biomarcador solo detecta una parte de los pacientes con DCL, incrementa significativamente la sensibilidad de diagnóstico de la enfermedad", ha indicado en el comunicado la investigadora Katrin Beyer, del IGTP.
El marcador ha sido licenciado por la empresa Grifols, y el acuerdo con el Instituto de Investigaciones y la Universidad de Barcelona, permite aplicar estos resultados y obtener un procedimiento "simple, rápido y eficaz" para el diagnóstico en los hospitales, y se podrá utilizar también en el diseño de estudios clínicos para identificar a grupos de pacientes con un diagnóstico más acertado.
Para los neurólogos interesados en este nuevo biomarcador, pueden contactar a Grifols, que es una empresa global de salud, ubicada en Barcelona, España. Sus teléfonos son: Tel. 34-93-5712200 y Fax 34-93-5710267



Fuentes para la elaboración de este artículo: Family Caregiver Alliance 
 y Europapress.es. Foto cortesía de Salud i Forca, Islas Baleares

sábado, 20 de julio de 2013

Diferencias entre psicoanalistas y psicoterapeutas


Los profesionales de la psiquis. Parte II y final

El mundo de los  profesionales  de la psique resulta en generalmente bastante confuso para el común de las personas. Casi todos nosotros hemos pensado alguna vez en ir a ver a un especialista, pero ¿qué especialista? ¿un psicólogo? ¿un psiquiatra? ¿un psicoterapeuta? ¿un psicoanalista? Al fin y  al cabo, ¿no son todos lo mismo?
Existen diferencias  en estas denominaciones en lo que se refiere a los diplomas o títulos exigidos por los gobiernos de los paises, a la protección del título y de la formación necesaria y a las prácticas y métodos. Estas diferencias van a tener unas consecuencias que pueden ser muy importantes.

El psicoanalista
Ser psicoterapeuta significa que se practica una terapia psicológica. Entre
las  distintas  psicoterapias  encontramos  la terapia psicoanalítica, el psicoanálisis.
Al igual que el título de psicoterapeuta, el título de psicoanalista no está protegido. En realidad, se trata de una denominación o de una práctica, y no de un título.
Algunos  psiquiatras  y psicólogos utilizan el psicoanálisis  como herramienta de trabajo. Otros, sin ser psiquiatras  ni psicólogos, están inscritos  en escuelas serias  de formación psicoanalítica. Otros se declaran psicoanalistas  sin haber seguido ninguna formación.
El psicoanálisis suele ser una psicoterapia de larga duración, entre cinco y
diez años de media, por lo que supone un compromiso temporal y financiero. Su objetivo es inducir al cliente a reducir al máximo sus procesos inconscientes para que comprenda mejor los motivos reales de sus conductas

El psicoterapeuta
Como hemos  visto, los  títulos  de psicólogo y  de psiquiatra están protegidos. Las personas  que van a su consulta saben que estos  dos profesionales han seguido una formación universitaria rigurosa y estructurada.
Por el contrario, el título de psicoterapeuta no está protegido por el Estado. Esto significa que toda persona que quiera, sin ninguna formación seria, ya sea con buena intención o no, puede afirmar sin riesgo a sanciones que es un psicoterapeuta. Por tanto, cada vez que se hable de psicoterapeutas se aconseja la mayor prudencia, sin caer en una total desconfianza, puesto que como ya hemos  dicho, un psiquiatra o un psicólogo que practican una u otra forma de psicoterapia se denominan también psicoterapeutas.
Al denominarse una persona como psicoterapeuta es, un calificativo de práctica profesional, y no un título profesional protegido por la ley.

Fuentes para la elaboración de este artículo: “Psicoletras”; Solo Psicología,  monografía de Elena García, y del doctor Francisco Chicharro, médico psiquiatra, del Hospital Psiquiátrico de Zamudio, Bilbao, España.



jueves, 18 de julio de 2013


¿Qué significa dormir bien?

Dra. Betty Pardey de Maldonado
El sueño es un estado en el que la profundidad de la inconciencia varía de minuto a minuto, pudiendo estar el durmiente en completa inconciencia o parcialmente inconsciente. Es por ello que el sueño no es un fenómeno homogéneo, por el contrario es un estado variable en el que se describen varias etapas con diferentes características. Estas son:
El sueño con Movimientos Oculares Rápidos  o sueño REM1 (de las iniciales de Rapid Eye Movement en inglés), que se identifica por la rápida danza de los globos oculares bajo los párpados. Es un sueño activo, con gran consumo de oxígeno y de glucosa por el cerebro, y con disminución notable del tono muscular de la musculatura que se opone a la gravedad de la tierra. Es la etapa en la que se producen los sueños o ensueños vívidos, con alta carga emocional.  Esta fase es muy importante para el buen funcionamiento de la memoria.
 El sueño sin Movimientos Oculares Rápidos (no-REM)2 en contraposición al primero, al que se le describen tres fases de profundidad creciente, la etapa I,  la etapa II, considerada por muchos como el verdadero inicio estable del sueño, y la etapa III o  sueño de Ondas Lentas (SWS en inglés, por las iniciales de slow wave sleep).
Este último es llamado así por las características ondas lentas de alto voltaje que se observan en las derivaciones centrales del electroencefalograma. En estas fases va disminuyendo progresivamente la actividad neuronal de la corteza cerebral, el consumo de oxígeno y el flujo sanguíneo, para alcanzar los menores valores en la etapa III, a la cual se le atribuye una función restauradora. La actividad mental de este sueño es menos complejo, diferente a la que ocurre en el sueño REM.
Estos episodios de sueño se ven interrumpidos por lapsos transitorios de vigilia o despertar, que sumados representan menos del 5 % del período de sueño, y por brevísimos alertamientos (con duración menor a 15 segundos) que por lo general son períodos de despertar incompleto con conciencia parcial, y de los cuales no quedan rastros en nuestra memoria (en inglés son los llamados arousals).
Estos estados alternan y van apareciendo en forma recurrente, de manera que, si seguimos el desarrollo de una noche normal de sueño de un adulto joven, observamos que después  de un tiempo variable de latencia que no excede usualmente 30 minutos, se inicia la primera etapa de sueño o “etapa I” usualmente de breve duración. En ocasiones, la iniciación del sueño no es definitiva, y ocurre una breve alternancia del sueño y la vigilia, hasta que finalmente la etapa I es seguida por la etapa II. Si la persona se encuentra sosteniendo un objeto entre sus manos, se le cae al alcanzar este estado. Después de varios minutos, se profundiza el sueño y aparece la etapa III o sueño de Ondas Lentas, que varía en duración de acuerdo a la edad. Pasada esta fase, el sueño se aligera y ocurre la primera ensoñación o sueño REM, que usualmente es breve, dura un par de minutos. A partir de este momento, estas etapas se suceden unas a otras, en forma recurrente, hasta el despertar definitivo. En el primer tercio de la noche predomina el sueño II y el Sueño de Ondas Lentas; en el último tercio, el sueño II y el sueño REM. El sueño REM va haciéndose cada vez más prominente a medida que transcurre el sueño.
Cada período de sueño no-REM seguido por sueño REM se le denomina ciclo de sueño, este usualmente dura alrededor de 90 minutos –una hora y media. El período de sueño contiene normalmente de 3 a 5 ciclos de sueño.
Esta sucesión de fases puede visualizarse mejor en el siguiente hipnograma, que es un gráfico obtenido como resumen de un registro de sueño o polisomnograma. En la ordenada se representan las etapas del sueño, cada nivel representando una etapa; en la abscisa se representa el tiempo transcurrido desde el inicio hasta el final del estudio. El hipnograma que sirve de ejemplo discrimina las etapas III y IV del sueño de Ondas Lentas, que ahora se incluyen en una sola etapa, la etapa III.

Hipnograma del sueño de un adulto joven
En la siguiente tabla se incluye la proporción que ocupa cada fase en el período de sueño del adulto joven.

Etapas % del período de sueño
I                                                                         2-5
II                                                                    45-55
III                                                                   10-15
REM                                                             20-25
Vigilia intra-sueño                                           1-5

Este perfil de sueño representa un sueño de buena calidad, en el que aparecen todas las etapas de sueño superficial y profundo, y de vigilia en proporción adecuada. La sensación  de bienestar que genera este tipo de sueño al levantarse es signo de buen dormir.
Algunos autores utilizan el término sueño MOR, por las iniciales de movimientos oculares rápidos, pero ese término tiene menos uso.
Si bien el sueño no-REM se conoció y se estudió primero, se denomina en función del sueño REM, que fue descrito en la década de los 50.
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* La doctora Betty Pardey de Maldonado, nuestra columnista invitada, autora de esta publicación, es médico, de la Universidad Central de Venezuela; neurólogo, la de Universidad “Cayetano Heredia”, del Perú y PhD en neurofisiología, de la Universidad de Berkeley (California), Estados Unidos de Norteamérica. Actualmente se desempeña como directora de la Clínica del Sueño, en la Unidad Quirúrgica Los Sauces, en San Bernardino, Caracas

martes, 16 de julio de 2013

Los profesionales de la psiquis. Parte I

Diferencias entre psiquiatría y psicología

La psicología es una disciplina que tiene muchas ramificaciones con especialidades, uno de éstos es la psicología clínica que se ocupa de estudiar y tratar la conducta anormal. Por tanto la psicología clínica y la psiquiatría son dos profesiones que se encargan de los problemas de la mente y por esta razón el público suele confundir a ambas.

Entonces, ¿cuáles son las diferencias?.
La psiquiatría es una especialidad médica, mientras que la psicología clínica es parte de una disciplina no medica que requiere de un título de licenciado en psicología.  La formación médica del psiquiatría le habilita para que pueda prescribir medicación y drogas, mientras que en la mayoría de los países los psicólogos no están habilitados para hacerlo. Los psiquiatras suelen dar explicaciones más biológicas que gran parte de los psicólogos clínicos. Por otra parte, los psiquiatras en su mayoría son profesionales practicantes más que investigadores científicos.
En cuanto al modelo de acción, los psiquiatrías al ser formados según el modelo médico prestan más atención a los posibles problemas fisiológicos que puedan estar de base, como desequilibrios en los neurotransmisores, lesiones orgánicas que pueden ser tratadas médicamente, o enfermedades mentales que podrían ser curadas como cualquier infección médica (actualmente hay muchas críticas provenientes de destacados científicos y neurocientíficos que cuestionan algunas de estas ideas, considerándolos incluso como “no científicas”).
El psicólogo clínico, está entrenado en la conducta humana y en comprender la cadena de acontecimientos que llevan a comportamientos específicos y las conductas resultantes, relacionándolas con el impacto de aquellos comportamientos en el paciente y en el ambiente social del mismo.
Debemos destacar que para el tratamiento de desórdenes psicológicos, en psicología no sólo existe la psicología clínica, sino que también existe la psicología que se dedica a orientar y aconsejar al paciente en problemas de su vida cotidiana, o problemas de índole adaptativos, donde no hay ningún desorden grave.
Los psicólogos clínicos para hacer su evaluación se basan no sólo en las entrevistas, sino que también utilizan tests estandarizados para realizar un mejor diagnóstico.
Entonces, debemos precisar que la psiquiatría es una rama de la medicina y la psicología lo es de las ciencias antropológicas, lo que no significa que la psiquiatría se ocupe exclusivamente de los fenómenos patológicos y la psicología de los sanos. Desde el punto de vista científico, la psiquiatría en una disciplina cuya investigación es clínica, si bien incorpora y comparte aspectos importantes de la investigación básica, y el reverso puede decirse de la psicología. Esta última es una disciplina más experimental y tiene las mismas relaciones con la psiquiatría que la fisiología con la fisiopatología, por ejemplo.
En el terreno profesional, el psiquiatra es un médico y como tal se ocupa de los enfermos que a él acuden, lo cual no significa que se ocupe sólo de sus manifestaciones patológicas (al médico le interesa todo lo que afecta a los enfermos, no sólo combatir la enfermedad, sino también proteger y desarrollar la salud). La psicología tiene tres ramas principales: pedagógica, industrial y clínica, en las que colabora para identificar, evaluar o medir y modificar aspectos psicológicos de la enseñanza, de las actividades laborales de los individuos o de los enfermos (en especial de los psiquiátricos.


Fuentes para la elaboración de este artículo: “Psicoletras”; Solo Psicología,  monografía de Elena García, y del doctor Francisco Chicharro, médico psiquiatra, del Hospital Psiquiátrico de Zamudio, Bilbao, España.